Como sabrás, el aceite de oliva es uno de los grandes tesoros de nuestra dieta mediterránea y hace milenios que sus beneficios nos han nutrido y llenado de vida a lo largo de nuestra historia.

Una de las variedades con más intensidad en el sabor es la arbequina, capaz de trasladar a nuestros paladares la más pura singularidad de nuestra tierra. Gracias a sus propiedades, lo convierten en un aceite ideal para los platos más refinados y un aliado para nuestra salud.

Y es que, el arbequina es un aceite especial, que necesita unos cuidados específicos para su conservación y conseguir así ser uno de los aceites más selectos.

El oro líquido atemporal

La producción del aceite de oliva se remonta a las grandes civilizaciones romanas, griegas y fenicias. Fue Homero, uno de estos grandes poetas, quien definió el aceite de oliva como el oro líquido. Desde entonces ha sido valorado y venerado como tal.

La arbequina es una aceituna con un carácter único y su sabor es el rasgo más característico. Además, su suavidad le confiere un acabado impecable a salsas y postres, siendo una opción codiciada por los paladares más refinados.

En las ensaladas se convierte en uno de los indiscutibles protagonistas. Es el aceite más recomendado para niños, por su pulido sabor.

La arbequina es uno de los tipos de olivas más pequeñas. De ellas se extrae, concentrado, su singular aceite. Es una variedad muy particular y sensible, por lo que es necesario poner el máximo cuidado en el proceso de producción y distribución, esenciales para su conservación.

En Aceites Candón, la calidad es nuestro punto de partida. Podrás encontrar latas y frascas de cristal oscuro u opaco para propiciar una conservación óptima del aceite. De este modo, evitamos que la humedad, el calor y la luz puedan alterar sus propiedades.

Los beneficios del arbequina

Son muchos los beneficios del consumo de aceite de oliva para nuestro cuerpo. Sus múltiples propiedades nos ayudan a prevenir enfermedades y alimentar nuestro sistema inmunológico.

El aceite de oliva es sinónimo de calidad de vida. La arbequina da al aceite un dulzor particular, un aroma afrutado. Los ácidos poliinsaturados y oleico abundan en este tipo de aceite, canalizando sus múltiples beneficios para nuestro cuerpo. Además, nos aporta nutrientes esenciales que nos ayudan a prevenir enfermedades como la artritis, el cáncer o el Alzheimer.

El aceite de arbequina es también rico en antioxidantes, por lo que es un aliado perfecto para nuestro sistema inmunológico.