Cómo maridar el AOVE
No hay nada que nos guste más que un buen AOVE y si sabemos cómo maridarlo, mejor que mejor. Por eso, hemos pensado hacer un post sobre este tema para sacarle el máximo partido y experimentar todo su sabor.
Cuando hablamos de maridaje, nos referimos al arte de combinar de manera agradable las texturas, sabores y aromas de alimentos y bebidas, buscando potenciar sus cualidades para obtener el mayor placer. Podemos matizar que existen diferentes tipos de maridaje:
- Maridaje por acompañamiento o proximidad: lo que buscamos son los aromas y sensaciones parecidas entre ambos elementos, apostando por sabores y sensaciones similares que combinen. Sí que es importante que los aromas y sabores de uno de los alimentos acompañe al otro.
- Maridaje por complemento: aquí es importante que exista un equilibrio entre los sabores y aromas de los alimentos, ya que lo que buscamos es la armonía entre ellos. De este modo se realzan las cualidades de la bebida y de la comida porque ambos se complementan.
Maridaje por contraste: con este maridaje pretendemos sorprender, crear un sabor nuevo de la confrontación y originalidad. Este contraste genera sensaciones nuevas en el paladar que no tienen porque estar unidas y en las que pueden destacar unas por encima de otras.
Si trasladamos este maridaje al mundo del AOVE, tendremos que tener en cuenta varios aspectos. Antes de nada, tomaremos conciencia de que no es un vino, tanto en consistencia y uso, y que su gran variabilidad de aceites viene determinada por las variedades de aceituna, madurez del fruto, zona de producción o almazara productora.
Por ello, te proponemos los siguientes maridajes basándonos en las características anteriores.
Maridaje del AOVE por contraste: si optamos por aceites de oliva virgen extra con frutado, amargor y picor muy intensos, lograremos que sea el protagonista del plato. Para ello, elegiremos por ejemplo las variedades picual de recolección temprana. Así nos aseguramos un contraste que se apreciará mejor en alimentos frescos, como el salmorejo, o por ejemplo un yogur o un chocolate.
Maridaje del AOVE por complemento: si queremos AOVE con frutado, amargor y picor ligeros o muy planos, conseguiremos que éste no destaque en el plato. Tan solo buscaremos realzar alguna textura o aromatizar el plato y que ensamblen perfectamente. Estamos hablando, por ejemplo, de la repostería, la cocina en horno con pescados o carnes, o las clásicas mayonesas o aliolis. Aquí podemos optar por la variedad arbequina.
Maridaje del AOVE por acompañamiento: usaremos AOVE con frutado, amargor y picor medio si buscamos la perfecta mezcla entre alimentos, sin llegar a quitar protagonismo a ninguno de los dos. Así, por ejemplo, el uso del AOVE en forma de ensalada, con la fruta para el postre o en una pizza es ideal y deberemos elegir un AOVE maduro o una variedad picudo o manzanilla.
Como podrás imaginar, el arte del maridaje es bastante subjetivo en función del paladar. Por lo que te recomendamos que experimentes y crees tus propios maridajes para disfrutar de tus platos.